El Circo Mágico de la Vida
Nuestro Circo. ¿Porqué Mágico?
A fin de llevar a cabo nuestro rizoma grupal de la forma más inconforme y conspiradora posible, hemos elegido, entre otros, como factor de mediación pedagógica la Imaginación Creadora. Es por dicha razón que nuestro rizoma es un relato con personajes y situaciones imaginarias. Sin embargo el propósito de la presente introducción es la de aclararle a Usted, querido lector. la distinción que deseamos establecer juntos, entre imaginación y fantasía.
Nuestro relato no es una mera fantasía surgida de un capricho desordenado del pensamiento. Nos hemos propuesto ensayar una nueva forma de construcción del conocimiento, donde nos vamos descubriendo a cada paso y forjamos nuestro auto conocimiento a partir de las vivencias que cada uno de nosotros va teniendo en relación a cada personaje, situación y recovecos de nuestra historia.
Hemos elegido la imaginación porque la consideramos elemento mágico y mediador entre nuestro pensamiento y el ser. Nuestros pensamientos han ido uno a uno encarnando, por decirlo de esa manera, en cada imagen y estas imágenes, sucede, que han ido a su vez cada una, tomando presencia ante nuestro ser. Es esta una concepción que cobra entre nosotros, una extraordinaria importancia.
Imaginación como producción mágica, acción mágica, pero especialmente acción creadora; y, en segundo lugar, la idea de imagen como cuerpo (cuerpo mágico, cuerpo mental) en el que hemos ido encarnando el pensamiento, la intención y la voluntad de nuestras almas.
Esta potencia mágica creadora en nosotros es la que ha venido a dar nacimiento, durante la presente etapa de nuestro relato, a nuevos seres. Nueva criaturas como metáfora de una nueva sensibilidad cuyo espíritu, se va volviendo capaz de producir, en formas y colores, un mundo posible. Este nuevo mundo por nosotros imaginado, emerge de ese acto mágico mismo, en el cual nos hemos atrevido a yuxtaponer las palabras Imago y Magia a fin de poder apropiarnos la libertad de cumplir con nuestro muy autopoiético propósito autopedagógico.
Ha sido pues esta visión la que además, comienza a cumplir para nosotros, felizmente, una función de alto valor terapéutico. Al ayudarnos a reordenar toda la visión de nuestro mundo. A comprendernos a nosotros mismos como un proceso en el espacio-tiempo, no como entidades aisladas. Ha sido así y en la medida en que hemos ido asumiendo esa nueva visión, como nos hemos ido sanando a nosotros mismos del estado de fragmentación alopática que tanto nos enfermaba.
Así, antes de sumergirnos con Usted en ese Fluxus de “entremundos” que es nuestro rizoma, cerramos esta pequeña introducción afirmando, también nosotros junto con Willis Harman: “La ciencia no es una descripción de la realidad, sino una ordenación metafórica de la experiencia. Es más bien una cuestión de determinar qué imagen resulta más útil para saber cómo orientarnos en los asuntos humanos” 1.
1. Willis Harman, Sympsium on Conciousness (New York, Penguin, 1977) Citado por Larry Dossey en Tiempo Espacio y Medicina. Cap. 2. Ed Cairos, Barcelona 1986.